El ciclón aumentó la velocidad de sus vientos a 60 millas por hora tras haber amanecido con mejor aspecto ciclónico que ayer y con relativa mejor organización de su área de convección (donde se concentran los aguaceros y tronadas más fuertes).
Puerto Rico no está bajo vigilancia o aviso de tormenta tropical y, de momento, este escenario debería mantenerse de esta manera, porque los modelos globales y regionales comienzan a tener consenso en que el disturbio se moverá a una distancia segura al este-noreste de Puerto Rico, durante el fin de semana.
Incluso, el Centro Nacional de Huracanes, en su última trayectoria pronosticada, proyecta a este sistema pasando más alejado de Puerto Rico, de lo que sugirió ayer. Según la trayectoria de las 5:00 a.m. de este jueves, Tammy estaría pasando en la tarde del sábado entre 200 a 280 millas al este de San Juan.
Puntos clave:
Hay un avión cazahuracanes investigando a este sistema, por lo que el boletín de las 11:00 a.m. tendrá toda la información más completa tras este vuelo de reconocimiento.
Si bien hay vientos cortantes cerca del ciclón, el vapor de agua disponible en el área, debido a aguas anormalmente cálidas, debería mantener activo el fenómeno y permitir su fortalecimiento gradual.
La tormenta provocará lluvias en Puerto Rico, pero no de manera generalizada o continua, sino en carácter de interrupciones que se darán a través de todo el fin de semana e inicios de la próxima semana.
El área este sería la que más lluvia registre y acumulaciones entre 2 a 4 pulgadas de lluvia son posibles en dicha región. Acumulaciones más altas podrían registrarse en áreas aisladas.
Con el paso cercano de la tormenta, las condiciones marítimas van a deteriorarse, por lo que el riesgo de corrientes marinas estará de moderado a alto y el oleaje podría alcanzar o superar los 4 a 5 pies de altura. Navegantes, deben monitorear los informes y/o boletines del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan.