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(14 de diciembre de 2020) – José “Tito” Rodríguez Casanova, considerado por algunos como el mejor voleibolista cagüeño de la historia, falleció en la madrugada de ayer a causa de una grave enfermedad que padecía. Era el presidente del Pabellón de la Fama del Deporte Cagüeño desde hace tres años, donde había sido exaltado en 1992.
En el 2010 fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño.
“Me sobrecoge la noticia de la partida de este querido amigo y destacado atleta criollo, quien es un ejemplo para emular por estas y futuras generaciones. Por su insuperable desempeño representando a su amado Caguas y a Puerto Rico en el deporte que le apasionaba, ordené que, a partir de mañana, las banderas en nuestra ciudad ondeen a media asta, por tres días, en señal de duelo por este ilustre cagüeño”, expresó ayer el alcalde de Caguas, William Miranda Torres.
Rodríguez Casanova era graduado del colegio Notre Dame y al medir 6’1” fue reclutado cuando estudiaba en segundo año por los Criollos de Caguas y tuvo una larga carrera tanto en la Liga Superior como con la Selección Nacional. Se le consideraba uno de los mejores acomodadores del voleibol boricua.
En 1971, a su vez, fue escogido para integrar el Equipo Nacional de Voleibol de Puerto Rico a los 16 años. En esa ocasión representó a la Isla en los VI Juegos Panamericanos de Cali, Colombia, y en los Segundos Campeonatos NORCECA celebrados en La Habana Cuba.
Durante su carrera en la Liga Superior de Voleibol logró importantes triunfos con los Plataneros de Corozal en 1977, cuando obtuvieron el campeonato de Puerto Rico. En 1978, fue seleccionado como el Jugador Más Destacado de la Liga y representó al Voleibol en la Cena Olímpica.
Con los Toritos de Cayey, recibió la Letra Insignia de su Alma Mater, cuando en 1973 ganaron el Campeonato de Voleibol de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).
En 1977, Rodríguez, quien participaba en un torneo internacional en Santo Domingo, República Dominicana, tuvo una gran actuación en un partido contra el potente equipo de Estados Unidos. En el mismo, Puerto Rico logró la gesta de derrotar por primera vez a los norteamericanos. Además, Rodríguez tuvo la distinción de ser el acomodador titular de Puerto Rico, jugando todo el partido y siendo de vital importancia su desempeño. Por tal razón fue escogido como miembro del Equipo Todos-Estrellas de ese torneo.
Su brillante actuación le mereció ser invitado por el equipo estadounidense para que formara parte de su escuadra. No obstante, su amor por su patria y al equipo nacional boricua, no le permitió aceptar dicho honor.
También representó a Puerto Rico en varios torneos NORCECA y Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe.
En 1982, en los XIV Juegos Centroamericanos de Cuba, cuando Puerto Rico obtuvo el cuarto lugar, fue designado el abanderado de la Delegación Boricua.
En total, participó en doce competencias internacionales oficiales, así también como sus doce temporadas en el voleibol.
Estuvo casado con la ponceña Frances Barnés, tuvo dos hijos, Luis José y Joval, ambos también destacados jugadores de volibol colegial.
