(20 de junio de 2019) – El Senado de Puerto Rico aprobó hoy una pieza legislativa que la abeja Apis mellifera un patrimonio puertorriqueño y otorga más poderes para establecer penalidades que protejan esta especie única en el mundo.
“Después de los huracanes Irma y María se hizo imperativo enmendar Ley Núm. 156-2016 para la protección y conservación de los polinizadores, por la vertiginosa reducción de su población a nivel mundial y por la importancia del proceso de polinización en la producción de los alimentos que consumimos. El primer evento es el paso de los huracanes Irma el 5 de septiembre de 2017 y María el 20 de septiembre de 2017, estos tuvieron el efecto nefasto de casi desaparecer las abejas en Puerto Rico, perdiéndose alrededor del 85 % de la población de abejas”, sostuvo el senador Nelson Cruz Santiago, autor de la medida.
El Proyecto del Senado 974 ahora pasará a manos de la Cámara Baja.
Además, enmienda el Artículo 3 de Ley para la Protección y Preservación de los Polinizadores de Puerto Rico, Ley Núm. 156-2016 para establecer y reglamentar la apicultura urbana.
De igual forma, establece que ningún municipio podrá asperjar insecticidas, herbicidas o plaguicidas nocivos para las abejas en un radio de tres millas de ubicación de un apiario identificado por el Departamento de Agricultura.
Al mismo tiempo, el Departamento desarrollaría un mapa que refleje la ubicación de todo apiario en cada uno de los municipios de Puerto Rico, estableciendo para cada uno de ellos el nombre del apicultor a cargo y el número de colmenas.
Por su parte, el doctor Tugrul Giray, entomólogo, y profesor del recinto de Biología de la Universidad de Puerto Rico, explicó que la abeja de Puerto Rico fue identificada como única en el mundo, con un genoma diferente que la distingue de todas las demás especies de abejas, siendo sus características principales su docilidad (mansas) y, a la misma vez, capaces de defenderse por sí mismas de las plagas que las afectan.