El amor los hizo padres: Médicos del Este adoptan a su hija soñada

(9-mayo-2025) En un rincón del este de Puerto Rico, donde las montañas abrazan el mar y las comunidades aún conservan la calidez de lo humano, florece una historia que redefine la maternidad y la paternidad desde lo más profundo del amor. Alana Paola Mercado Ramírez y Manuel Ortiz Bustillo, ambos médicos con una sólida trayectoria en la región de Humacao, nos abren su corazón en una historia que no solo celebra la maternidad, sino que la honra desde un lugar de resiliencia, entrega y transformación.

Durante años, Alana y Manuel vivieron en carne propia lo que muchas parejas atraviesan en silencio: la lucha dolorosa de no poder tener hijos. Intentos fallidos, tratamientos agotadores, emociones encontradas. Pero más allá de las pruebas médicas y los diagnósticos, había un deseo que nunca flaqueó: convertirse en padres. Y fue precisamente ese deseo el que los impulsó a mirar más allá de los límites biológicos y abrazar una alternativa cargada de fe y humanidad: la adopción.

Desde niña, Alana sentía en lo más íntimo de su ser un llamado hacia este camino. Aún sin saberlo, el destino le susurraba lo que con el tiempo se convertiría en su mayor bendición. El proceso, sin embargo, no fue sencillo. La adopción en Puerto Rico presenta desafíos estructurales que van desde la escasez de información hasta complejos trámites legales y largos periodos de espera. Pero Ana y Manuel, armados de amor y paciencia, enfrentaron cada obstáculo con la firmeza que les ha dado su vocación médica: esa capacidad de sostener, acompañar y sanar.

Contaron con una red de apoyo de otras familias adoptantes que les ofrecieron guía, consuelo y esperanza. Se sumergieron en evaluaciones psicológicas, entrevistas sociales y la construcción de un perfil familiar diseñado para que, algún día, una madre biológica pudiera elegirlos como los padres de su bebé. Así fue como, a través de la modalidad de adopción privada, sus vidas se cruzaron con la de una mujer valiente que tomó la decisión más difícil y generosa de su vida: confiarles el cuidado y el amor de su hija.

Hoy, una bebé de apenas diez meses llena sus días de risas, aprendizajes y una ternura indescriptible. Sus ojos curiosos, su energía contagiosa y su forma de aferrarse a sus padres son testimonio vivo de que el amor construye lazos más fuertes que la genética. “Es una niña llena de luz”, nos dice Ana con mucha emoción.

Desde WALO Radio, en este mes de las madres, celebramos no solo a las que dieron a luz, sino a todas las que eligieron amar desde el alma, como Alana Paola Mercado Ramírez. Su historia nos recuerda que hay muchas formas de llegar a la maternidad, y que todas ellas son sagradas.