Por:
Félix Báez Neris
Docente Jubilado de la UPRH
La Reserva Natural Efraín Archilla Diez de Humacao nos cautiva desde la misma entrada próxima a Punta Santiago. En sus terrenos encontramos lagunas de agua salada, salobre y dulce, pantanos, mangles y playas. Está compuesta por tres segmentos: las lagunas Mandri y el pantano de Pterocarpus (palo de pollo), las lagunas Santa Teresa y la laguna Palmas.
Me parece oportuno señalar algunos datos históricos sobre las lagunas costaneras ubicadas en el área y que conocemos como Santa Teresa y Mandri. Se le da el nombre por el cual se conocía las colonias de caña del sector.
En el 1930, Pepe Lugo que trabajó para la administración de la “Eastern Sugar” instaló un nuevo sistema de bombas para sacar el agua de las lagunas para la siembra de caña de azúcar. De hecho se le conoció como la Pun-Pun por que el ruido que generaba llegaba hasta el Pueblo. Se cultivó la caña de azúcar en la costa hasta que la industria cesó en 1960. Finalmente, en 1979, las lluvias de las tormentas David y Federico inundaron el área, devolviéndole a los terrenos su condición natural de principios del siglo XX y el sistema de lagunas que pocos recordaban. Gracias al liderato de Efraín Archilla Diez que aglutinó las luchas de las comunidades vecinas se impidió que se reanudara el bombeo. De esta forma, fue designada con el propósito de conservación, preservación y restauración en el 1986 y es de gran importancia para la vida silvestre y para el desarrollo de actividades relacionadas.
Caminé por el pantano de Palo de Pollo (Pterocarpus) se le considera uno de los hábitats más importantes para las aves acuáticas. La riqueza de los mangles (rojo, negro, blanco, botón) se abrió a mi paso. Al fondo observé un área clara donde se avistaban los rayos del sol y se escuchaban las olas del mar. Llegué al lugar en la playa donde los vientos alisios juegan a su antojo con las cabelleras. La playa adyacente a la Reserva sirven de lugar de anidaje a dos especies de tortugas marinas: el Carey y el Tinglar o Fanduca.
A pocos pasos de aquí se encuentra el sector del Morrillo sobre un acantilado. Aquí se construyó un Bunker (punto de observación durante la Segunda Guerra Mundial). Cuenta con una estructura soterrada equipada con cañones cortos. Aledaño al mismo se construyó el polvorín (donde se guardaban las armas) y la casa donde pernoctaban los militares a cargo.
Por las veredas es posible que pueda avistar una gran variedad de peces, reptiles, crustáceos e insectos. Lo que hace a este sitio uno muy particular es la inmensa cantidad de aves acuática que lo utilizan para alimentarse, cobijarse y anidar. Especies como el pato Chorizo, la Chiriria o Yaguaza y el pato Quijada Colorada utilizan las lagunas y áreas circunstantes como lugar de anidaje. Gallaretas, Gallinazos y varias especies de garzas forman parte de las sobre 140 especies de aves (entre residentes y migratorias).
Ya finalizando el recorrido observé las gallinas de palos escurriéndose por la yerba enea Terminé el recorrido disfrutando de las uvas de playa e icacos.
Recientemente me entero de unos proyectos de construcción aledaños al litoral que amenazan a la Reserva. Estaremos alerta para defenderla.
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