Por: Félix Báez Neris
Profesor Jubilado de la UPRH
Tu pluma recoge la memoria
y gratos recuerdos lejanos
de los sucesos borincanos
y de tu pueblo la historia.
Tus leyes son perentorias
con el amor a tu gente
siempre tan diligente
defensor del desposeído
y hoy se ha despedido
el abogado para siempre…
Félix Báez Neris
viernes, 18 de marzo de 2022 – En la mañana del jueves, 17 de marzo 2022, me enteré de la muerte del Lcdo.Humberto Ortiz Gordils. Vino a mi memoria su figura pensativa, caminando con su
altura moral, espiritual e intelectual frente a su oficina en la calle Noya y Hernández de Humacao. A pocos pasos de su oficina se encuentra la hermosa plaza y la arquitectura gótica de la emblemática Iglesia. Nació en el año 1930 en la Ciudad Gris que tanto amó. Hijo del ilustre poeta Cruz Ortiz Stella y la poeta Carolina Gordils. Se casó con Providencia Cuadra (doña Provi formando un lindo hogar humacaeño junto a sus seis (6) hijos; Humberto Ortiz Cuadra, Cruz Miguel Ortiz, Carlos Ortiz, Gerardo Ortiz, Vanessa Ortiz y María Carolina Ortiz. Todos excelentes profesionales y mejores ciudadanos.
Humberto se licenció en derecho en la UPR, para el año 1961, afiliado al PPD. Aspiró y obtuvo la posición de Representante a la Cámara desde 1972-1976. Entiendo que su incursión en la política vino por la inspiración de su padre. Se desempeñó como abogado defensor del pueblo. Como dice el refrán, quien lo hereda no lo hurta. Fue humanista, jurisconsulto, asesor legal municipal y Representante como ya apuntamos. Sus posiciones pacifistas y contribuciones en la Legislatura alcanzaron el más alto respeto de todos. Trabajó como asesor legal en la Legislatura Municipal de Humacao por espacio de trece (13) años donde brindó su pericia y conocimiento al quehacer legislativo al servicio del pueblo. Los compañeros (as) de la Legislatura Municipal lo recuerdan con especial cariño y se expresan en los siguientes terminos, “el legado de Humberto, va más allá de su quehacer como letrado. Su gran sentido del humor, carisma, jovialidad, verticalidad, firmeza de carácter y convicción le valieron el respeto, reconocimiento y admiración en nuestro pueblo”. Fue un trabajador incansable que supo ganarse en vida el prestigio que logró a base de esfuerzos, trabajo y dedicación. Recuerdo que en una ocasión me invitó a su oficina junto al amigo Santiago Maunez.
Disfrutaba de su conversación y del intercambio de ideas y datos sobre Humacao. Habían recopilado las obras de su padre y me la entregaron para que las estudiara, editara y las publicara. Tarea que logré con la publicación de “La obra poética de Cruz Ortiz Stella”. Se sintió muy complacido con la obra y disfrutó mucho la presentación que se hizo en el Centro de Arte “Angel” Lito Peña. Fue un hermoso homenaje a su padre. Me alegró mucho haber completado la encomienda. Humberto abría su oficina bien temprano todos los domingos. Su carro era el único que se observaba ese día en la calle Noya y Hernández. No conocía la palabra vacaciones. Ambientaba su espacio de trabajo con la romántica música de tríos. Luego de la jornada dominical, se iba a compartir con sus amigos en la agencia hípica y a deleitarse con una sabrosa cerveza “Schaefer”.
El licenciado Ortíz Gordils supo identificarse y comunicarse con su gente ganándose la simpatía y aprecio. Será recordado con especial cariño y agradecimiento por su valioso legado. Por sus servicios de vocación y entrega a favor de los necesitados. Allí estuvo con los ciudadanos de a pie, en la calle volcando toda su sabiduría y buen criterio para defender a los desprotegidos. Su gesta le ganó el cariño de su gente que lo recordará por siempre como el abogado del pueblo.