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(30 de enero de 2018) – El cierre del Centro de Diagnóstico y Tratamiento en la Isla Nena desde septiembre del pasado año ha dejado a los viequenses con otro escollo. Cuando alguien muere en ese municipio, la funeraria conserva el cadáver en el cuarto de embalsamamiento, a temperatura mínima, para evitar la descomposición del cuerpo.
El director funerario de la Funeraria Esquilín, Marlon Esquilín relató a un medio nacional que durante los meses posteriores a los huracanes se reportaron unas 21 muertes cuando lo común era que se registraran un promedio de cuatro por mes.
“Se ha incrementado de la tormenta para acá… se han incrementado las muertes. Esto era una funerarita, que hacía tal vez cuatro muertos por mes. De momento, se disparó a 10 o 12 por mes. Ha sido una cosa fuera lo común”, indicó el funerario.
Algunas de las condiciones que ha provocado la muerte de los residentes de la Isla Nena son: condiciones cardiacas tales como infartos, cardiopatías, hipertensión y alta presión. También murieron pacientes de cáncer del hígado, de lengua y otros tipos.
El deceso más reciente es el de una mujer de 77 años que se echó a morir, y a quien le declararon trastorno mental.
No quería comer, se puso agresiva, no dormía, ni comía, según relato su hija Hilda Martínez.
